Más Nicaragua

En el aniversario de mi primer pie en suelo americano quería darle un empujón al blog y publicar los dos rollos fotográficos que tiré en Nicaragua.

Como ya comentaba en la entrada anterior, el 6 de Noviembre de 2015 aterrizaba en Managua y poco más tenía seguro en el medio y largo plazo.
En los dos meses que estuve de cooperante en León hubo lo que veis en las fotos, mucho tiempo en las comunidades, algún que otro viaje y mucho mucho volcán. Eso es lo que más se me quedaría en la mente y en el carrete, tierra viva, joven, a punto de estallar.

49460001-1La valla que rodea la casa de Ángel llena de flores en plena floración, y al fondo, mi casa.

49460002-2Tortillas de papas y encurtidos en una de las últimas comidas en casa.

 

Una tarde estaba leyendo mi libro de Gioconda Belli en el «patio» enfrente de casa mientras se hacía de noche. Era una gozada estar ahí, refrescaba sólo lo justo para estar agustísimo mientras que al fondo, detrás de unos árboles cada vez menos verdes, se ponía el sol.
Cuando ya casi era de noche me puse un recopilatorio de Blue Note mientras caía la noche para estirar las patejas y ver el espectáculo. Mientras, en el vecindario encendieron las escasas bombillas que colgaban enfrente de la puerta de las casas, algo que le robaba todo el romanticismo al atardecer.

Pero ese día se fue la luz (mucho más rato de lo ocasional) así que cogí mi cámara Pentax, la puse encima de una silla apuntando al cielo y le puse una goma del pelo para que apretara el disparador indefinidamente. Quería registrar las estelas de todas esas estrellas que se veían y que tenían que pagar un pastón a Iberdrola, porque no era normal todo lo que brillaban.
Así estuvo como medía hora, mientras venían chiquillos a preguntarme cosas y mientras me decían gringo (sin el tono despectivo del que suele ir acompañado). Pero de repente vino la luz, así que, rápidamente puse la tapa al objetivo y quité la goma.

No tenía ni idea de cómo había quedado la foto hasta casi 10 meses después. Al final, no se estropeó tanto, solo las hojas de los árboles amarillearon con la luz del tungsteno.

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49460008-8Atardecer desde el Cerro Negro, una tarde que llegamos con la moto sin frenos. La vuelta (cuesta abajo) no fue tan plácida.

 

49460009-9La graduación del pequeño Enoc.

49460035-35Urracas de Ometepe.

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El volcán Concepción en Ometepe.

 

49460026-26El volcán Telica haciendo de las suyas. (más tarde conocería a dos catalanes que lo vieron «un poquito» más cerca y casi no lo cuentan)

 

La excursión al vecino Cerro Negro, cuyas cenizas eran lo primero y último que pisaba cada día, las que me acompañaban en mis uñas, botas y mochila. De las pocas excursiones que pude hacer con las chicas al completo y con un checo medio loco que pillamos de autostop.

49460030-30Previa visita a los hervideros de San Jacinto.

 

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Los preparativos de la boda de Kenia…
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Y la boda de Kenia.
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Volcanes, volcanes y volcanes:

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La heroica subida al volcán San Cristobal. Imaginad estar casi 5 horas subiendo una pendiente así:

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Para llegar a la cima y que las nubes nos recibieran con los brazos abiertos y no nos dejaran ver la llanura y la Cordilerra de los Maribios.

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Eso sí, en la foto «Al filo de lo imposible», como sí nada hubiera pasado. Antes muertxs que sencillxs.

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Llegó el momento de iniciar el viaje en solitario, despedirse de la comunidad, ir a León y pensar pa donde tirar. Mil pensamientos por segundo, nervios y arrojo. Primer coqueteo con el autostop nada fructuoso. Sobraron casi dos horas para empezar a dejarse llevar, bajo el sol de las 11 de la mañana enfrente de una gasolinera en la salida de León a Chinandega. Si a las 12 y media no me han cogido me piro. No me pillaron, pero llegué hasta Rio.

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Contactos me llevan de un lado para otro. Gente a la que acababa de conocer me recomendaba sitios y gente que en breve acabaría por conocer. Uniendo una cadena por todo el país, difícil de romper, solamente vivía, dejaba hacer.

Selva Negra, cerca de Matagalpa, en el norte:

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Llegaba a los sitios con una referencia, un nombre y/o número de teléfono. A veces sentía que como perdiera ese contacto estaba en medio de la nada. Llegas a un sitio totalmente nuevo, eres un gringo con una mochila sucia y mal afeitado pero en ese momento aparece el amigo del amigo del amigo, que te dice bienvenido, ¿qué quieres comer?, que tuani lo que andas hasiendo, cuéntame.

49470015-52Primer baño en el Caribe.

 

Seguí viajando y llegué por fín al Caribe, primer objetivo. Una tarde me vi que tenía que hacer noche en una comunidad Miskita, en la que apenas se hablaba castellano, tratando de pasar la noche en la casa de una prima de la amiga de la novia de un amigo austriaco de una chica de Matagalpa que me escribió por Couchsurfing ofreciéndome casa cuando todavía estaba vendimiando en mi pueblo. Como decía Montes, «la vida puede ser maravillosa»

Seguí y seguí y de repente. ¡BENVINGUT AL PARADÍS!

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En las Islas del Maíz tuve la suerte de encontrarme con una pareja de catalanes y con un trio de vascas. ¡Qué más podía pedir!
Con las Ane y Olatz anduve casi una semana más viajando por el impresionante Rio San Juan, mas a gusto que en brazos y con los Pollo y Gerard nos volvimos a encontrar en Granada, donde pude disfrutar de su «familia» en aquella ciudad. Aquí dos buenos recuerdos con cada uno de ellos.

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Con los golpes de la vida en la memoria seguí para el sur, rumbo al siguiente país pero no sin antes pasar por los Pocitos a despedirme por última vez de la comunidad, ahora de verdad. Extrañaría a mis compañerxs de viaje durante varios días, se hacía raro eso de volver a viajar solo pero el viaje continuaba y, estas cosas, eran parte del mismo.

49470005-41Volcán Masaya.

 

Tenía pensado ir a un pueblito cerca de San Juan del Sur con un amigo que tenía un amigo allá pero que al final no pudo venir. De igual modo me planté en su casa, oye, ya que estaban avisados… El pueblo se llamaba El Ostional y esperaba no hacer honor al nombre. Allí sería donde intentaría por última vez hacer autostop en suelo nica con vano resultado. Ni siquiera mis dotes al ukelele hacían parar a camioneros y turismos así que paré un bus y recorrer los escasos 20 km hasta la frontera con Costa Rica en él.

49470001-36La bravura del mal llamado Pacífico fue una de mis últimas imágenes del país de corazón rojinegro.

¿El resto del viaje? ya lo iré contando por aquí. De momento esto es un muy breve resumen de algunas de las experiencias que comenzaron aquel 6 de Noviembre a las cuales quería hacer homenaje.

Si os hago gustado aunque sólo sea un poquito, dejad un comentario. Si no os ha gustado, escribid otro comentario pero poniendo asteriscos en los insultos. Si os ha parecido «sin más», podéis iros a zurrir m***d*s con un látigo.

Esto es todo. ¡Agur amigxs!

One Reply to “Más Nicaragua”

  1. Fue un placer compartir la primera etapa de tu gran viaje. Fue una experiencia inolvidable. Muchas gracias por mostrarnos tus aventuras!

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