Portugal, dobles y demás.

Escribo esta entrada dos semanas después de haber vuelto de vacaciones por Sanabria, Oporto y Lisboa.

La mochila fotográfica cargada hasta arriba de aparatillos entre ellos, flash, objetivos, cámaras, trigger, etc, etc. Todo para al final salir a la calle con la Pentax y ya, y es que, la comodidad de llevar una cámara de poco bulto aunque no tan poco peso hizo que dejara guardada la digital para otros propósitos venideros. También es cierto que me fui de vacaciones con mi primer carrete de dobles exposiciones todavía caliente por lo que no me podía resistir a seguir haciéndolas. El resultado, cómo veréis, tuvo sus más y sus menos.

Comencem:

La parada previa a las vacaciones en Bilbao y su Semana Grande.

 

Total, que cogimos el «GORRIón» y venga millas, y miles de millas y milemilemilemile de millas hasta llegar al lago de Sanabria, que como todos sabréis está en Zamora, famosa tierra de…..         …                   …

… movidas gordacas.

 

 

 

 

 

 

 

 

Y el pueblo, La Puebla de Sanabria:

 

 

 

 

 

 

 

 

Después de dos noches de camping en Sanabria, cargábamos el coche y partiamos rumbo al país vecino. De camino pisamos todo tipo de calzada, desde autopistas de peaje, autovias, carreteras nacionales y otras con mucho menos glamour pero mas encanto. Y así hasta que llegamos a Oporto.

Allí nos esperaban dos noches con sus correspondientes días, el duero, la ribeira, sitios chulos, mejor comida, sensores de humo y camping-gas.

 

Separador de sombras:

 

Joder, este virado le va de puta madre a las fotos de la Pentax.

 

 

 

¿Qué imagen ve vuestro cerebro más?

 

 

 

La verdad es que nos hizo un tiempo jodidamente bueno durante todo el viaje aunque mi espalda sudada igual no pensaba lo mismo.

 

 

(esta foto va con dedicación al Luchincopalachinco de Vilalba)

 

 

 

 

Haciendo la turistada en el Café Majestic y aprovechando a escribir unas postales.

 

Y mercado de Bolhao. ¡Cómo me molan los mercados!

 

Encuentra la figura oculta:

 

 

 

 

Parada refrescante en una tienda-cafeteria vegana muy apañada, con jardín y todo:

 

Y como no, visita a las bodegas de Porto, aunque al final lo único que visitamos fueras estas dos copas. Eso sí disfrutamos de todo Oporto desde la otra margen del Duero en Vilanova de Gaia.

 

 

 

 

Y con esta foto nos despediamos de la capital industrial portuguesa, la ciudad con una preciosa decadencia. Aún quedaba cenar todos los platos del menú de un restaurante de la V, donde comimos muy muy agusto.

 

 

Y llegamos a Lisboa!

 

Teníamos un par de horas para aprovechar la primera tarde en la ciudad, tranquilamente pasear por barrio alto, Plaza do Comerço (Tooma revancha, esta vez no estaba en obras) y comer mu ricamente.

 

 

 

Una vez descansados debidamente en un apartamentillo cogimos rumbo a Belem y el resto de la ciudad ¡Los pasteles de crema me esperaban!

 

 

 

 

Ten cuidao a ver si te vas a quedar to locooo con esta:

 

 

¡Ay páharo!

 

 

 

 

 

 

 

Y con esto se acaba este fugaz repaso a las vacances pasadas. Si es cierto que alguna foto más hay en el carrete de Blanco&Negro que tengo todavía sin gastar pero eso ya ocupará futuras entradas en Me llaman Trípode.

Espero que os haya gustado, de hecho, lo espero literalmente. Estaré  sin moverme hasta que todos que vean la entrada les guste. Así que si queréis que siga yendo a trabajar y comer hacédmelo saber escribiendo un comentario ¡qué es GRATIS!

Agur amigos.

 

 

 

 

5 Replies to “Portugal, dobles y demás.”

  1. Oporto, una ciudad que parece sucia y descuidada pero aun así tiene un gran encanto.

    +1 para lo del negro y Rajoy

    Bonitas fotos, como de costumbre. Sigue disparando!

    PD: Personalmente hubiera mejorado un poco ese balance de blancos.

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